sábado, 15 de marzo de 2008

Mar

Increíble al observar como hay pequeñas islas paradisíacas en este inmenso océano de indiferencia al que llamamos sociedad. Increíble es el unir esas pequeñas islas creando puentes entre sí y poder pasar de una a otra aunque estén a kilómetros. Lo mejor sin duda es pararse en mitad del puente y observar como la mayoría se ahogan sin remedio en ese inmenso océano, tan oscuro y profundo. Piensas que estas solo visitando esas hermosas islas, cosa que a veces te preocupa y a veces no... y mientras divagas con ello te sorprende encontrarte allí mismo con otras personas, otras personas que como tú, han llegado nadando a la orilla sin perderse en el mar. Cada cual ha llegado por diversos motivos que no tienen porque coincidir con los tuyos... pero sorprendente es cuando encuentras a alguien que si que lo ha hecho prácticamente por tus mismos motivos.

Y entonces tumbarte en la playita a tomar el sol, a escuchar las olas y beber agua de coco en compañía de esas personas y disfrutar de lo que la vida te ofrece sin ahogarte en esta sociedad. De vez en cuando aparece alguien nuevo nadando hacia la orilla, a veces necesitan un salvavidas, otras veces llegan ya ahogadas y no se puede hacer otra cosa que devolverlos al mar. Pero aún así no me doy por vencido he intento rescatar a todos los que veo cerca de la orilla para que puedan disfrutar de estas maravillosas islas interconectadas... y me alegra sobremanera cuando consigo que alguien llegue sano y salvo.

3 comentarios:

Javi Calderón dijo...

¡Por eso eres y serás un gran amigo para el que se lo merezca!

enne dijo...

y tú y yo tenemos el puente más grande del mundo, y observamos todas las playas, repletas de gente que rie, de gente que a veces se hunde entre la arena. Vemos amanecer en ese pequeño universo paradisiaco, con el sol, que nos llena los poros de la piel de amor.

Apologética dijo...

saludos luminicos